Descontaminarlo todo. ¿Nueva Normalidad?
Después de la pandemia por Coronavirus, nos planteamos acceder a una NUEVA NORMALIDAD que incluirá entre otras cosas descontaminarlo todo, de forma constante, incluidos los espacios laborales, áreas comunes de las ciudades y los transportes públicos. Haremos cada vez más común el evitar tocarnos, desinfectar nuestro calzado, cambiarnos de ropa antes de acercarnos a nuestros seres queridos; sanitización para decirlo en pocas palabras. De forma individual, será de uso generalizado en espacios comunes, el cubre bocas, el gel desinfectante y el jabón de manos.
¿Esto parece razonable? por supuesto que sí, el virus SARS COV2, responsable de la pandemia por Coronavirus en la que estamos sumergidos, tiene una estructura química que muchos investigadores han descrito como, “muy vulnerable a los productos de limpieza a base de alcohol a elevada concentración y a base de jabón”.
¿Entonces, por qué no hacerlo? Si va a minimizar el riesgo de enfermarnos y va proteger a nuestra familia de este virus que, a la fecha, ha colapsado los sistemas de salud mundial, pareciera lógico.
Desde la aparición del Homo Sapiens en este planeta hace mas de 40 mil años o incluso mucho antes, hemos tenido que lidiar con microorganismos que todo el tiempo nos retan a seguir con vida (bacterias, parásitos, hongos y más recientemente, los virus).
Son muchas las pandemias, las pestes y las enfermedades que han matado a millones de humanos a lo largo de la historia.
Estos son algunos ejemplos:
PANDEMIA | MUERTES EN HUMANOS |
SARAMPION | 200 MILLONES |
GRIPE ESPAÑOLA | 100 MILLONES |
PESTE NEGRA | 80 MILLONES |
SIDA | 35 MILLONES |
VIRUELA (LA GRAN ASESINA) | Entre 300 y 350 MILLONES |
Prácticamente, cualquier microorganismo en condiciones favorables para él, nos puede producir una enfermedad y potencialmente la muerte. Pero nuestro sistema inmunológico, dividido en 2: humoral y celular, es el causal de que podamos convivir con todo tipo de microrganismos y sigamos vivos.

La novela del escritor Londinense H.G. Wells: LA GUERRA DE LOS MUNDOS (1898), retrata un ataque alienígena en la que los invasores, una especie de langostas devoradoras de sangre humana, cuyos únicos objetivos eran acabar con nuestra especie y hacerse del planeta Tierra. Además, estos seres contaban con una tecnología que les permitía evadir cualquier tipo de armamento y ataque por parte de los humanos.
El autor hace creer al lector que no hay salvación para nuestra especie, pues cada que el ejército de algún país concebía una idea novedosa para acabar con los alienígenas, ésta fracasaba. Pero cuando ya no había esperanza y todo indicaba que era el momento de hacernos a un lado como especie, los extraterrestres comenzaron a morir uno a uno, poco a poco, hasta ser aniquilados sin razón aparente.
En su epílogo el autor escribió lo siguiente:
“Desde el momento en que los invasores aparecieron, respiraron nuestro aire, comieron y bebieron, estuvieron condenados. Tras fracasar las armas y los recursos del hombre, fueron reducidos, destruidos, aniquilados, por las criaturas mas diminutas, que Dios, en su sabiduría, puso sobre la tierra. Mil millones de muertos hicieron al hombre, acreedor de su inmunidad, al derecho a sobrevivir entre los infinitos organismos de este planeta, y ese derecho es nuestro ante todo adversario, pues el hombre no vive, ni muere en vano.”
Descontaminarlo todo.
Al nacer adquirimos bacterias benéficas del canal de parto de nuestra madre. También nos hacemos de una gran cantidad de anticuerpos gracias al calostro, una especie de líquido amarillento que obtenemos al amamantar, antes de que salga la leche materna. A partir de allí comienzan las batallas infinitas: primero por mantener un equilibrio con las bacterias que nos acompañarán como parte de nuestra flora normal y segundo aquellas luchas que libraremos día a día con los microorganismos que nos atacan e intentan vencernos.
Por lo anterior tenemos que prepararnos para estas batallas de la llamada Nueva Normalidad. Un niño sobreprotegido, al que se le hierve todo lo que se va a llevar a la boca, al que no se le permite tocar el suelo, la tierra o los objetos sin desinfectar, será mas propenso a padecer todo tipo de infecciones. A diferencia de un niño que, por poner un ejemplo, vive en el campo y convive con los animales de su granja, en el sol, la tierra y el agua.
El sistema inmune es como un boxeador que, si se enfrenta con un sparring “de medio pelo”, no es capaz de prepararse bien para la pelea importante. Nuestro sistema de defensa deberá aprender a luchar con todo tipo de adversarios. Aunque, como versa el pópulo: “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.
Estudios refieren que nuestros cepillos dentales, de cabello, sábanas, y almohadas, tapetes y alfombras, los osos de peluche, los controles remotos, teléfonos celulares y muchas de las cosas con las que tenemos contacto todos los días, tienen cientos y a veces miles de colonias de bacterias. Varias publicaciones incluso logran la comparación entre las bacterias del inodoro y los objetos de uso común, sorprendiendo que estos últimos pueden llegar a presentar de 3 a 10 veces más variedades de microorganismos.
La manera de ganarle al Coronavirus, por lo tanto, no es la desinfección constante de todo cuanto nos rodea, por que esto se hace casi imposible, sino explotar nuestro sistema inmunológico; hacerlo fuerte, casi invencible.
Hay muchas maneras de mantenerlo fuerte y listo para los retos que se le presenten: ejercicio diario, una dieta sana, relaciones sociales positivas, descanso físico, una sexualidad saludable. Además, ejercicios respiratorios (profundos y conscientes), limitar el estrés diario relajándonos en medio de la velocidad diaria. Eliminar pensamientos negativos y depresivos tratando de poner metas reales para nuestra vida presente y futura (pensando qué quiero y cómo lo lograré paso a paso). Evitar el sobrepeso. Dormir entre 7 y 8 horas diarias y muchas otras formas que podríamos en otro artículo ahondar.
¿Nueva Normalidad?
Si alguien no tiene un sistema inmune sano, ya sea debido a sus malos hábitos, o a alguna enfermedad (o ambas), deberá buscar todas aquellas dietas, métodos de modificar el estilo de vida y terapias que vayan encaminadas a incrementar el poder, la diversidad y la respuesta de su sistema inmunológico. Ésta si es la qué de ahora en adelante, tendría que ser nuestra Nueva Normalidad.
Estoy seguro que esa es la única manera que tenemos como humanidad, para vencer al virus SARS COV2, sus posibles mutaciones, rebrotes por venir y primitos hermanos del virus que estén por allí cocinándose y listos para atacar próximamente.

En Centro Médico Holístico contamos con diferentes alternativas que pueden fortalecer el Sistema Inmune para prevenir enfermedades respiratorias. Pregunta por la que más se adapte a tus necesidades, con gusto te atenderemos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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JANEWAY, CH. A., TRAVERS, P., WALPORT, M., CAPRA, J.D..: Immunobiology: the immune system in health and disease. (cuarta edición) Oxford: Current Biology, Churchill Livingstone, Garland, (2009). Capitulo 7. Inmunidad adquirida: 677-703
PAUL, W.E. (editor): Fundamental Immunology (4ª edición), Philadelphia y Nueva York: Lippincott y Raven Publishers, (1999) Capitulo 3. Pandemias de la humanidad: 219-243
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